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Foto: EFE |
La ausencia de
Lacen, la marcha de
Míchel, y la imposibilidad de reemplazarlos por el momento, se ha convertido en un cóctel molotov que amenaza con explotarle en las manos a
Quique Sánchez Flores. La falta de jugadores específicos para el mediocentro, ha dejado al míster azulón sin capacidad para apuntalar como es debido la sala de máquinas del equipo, que mientras tanto sobrevive como soldado de fortuna. La pega para el Getafe ahora mismo es que si se los encuentra, quizá no pueda contratarlos, y hasta que no consiga poder tramitar nuevas fichas, ha de mirar hacia dentro para encontrar las