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problema mucho mayor que todos los vividos durante la competición juntos se avistaba en el horizonte: el expediente de La Liga por impagos a Hacienda. El riesgo de descenso administrativo si no se lograba cumplir con el erario público a finales de junio, llegando a un acuerdo para reducir la deuda antes del final del expediente, dejaba en el aire el futuro inmediato del club, que tras dos años de acumular deudas ya no podía coger más aire, y veía como en tan sólo seis meses sufría una sanción que le impedía reforzarse en el mercado de invierno, sumado a la posibilidad de vivir el primer descenso a la Segunda División en toda su historia.
Mientras el apartado económico paralizaba por completo cualquier operación deportiva, el club si iba adelantando algo de trabajo, como era el anuncio de la no renovación de los cinco jugadores de la primera plantilla que terminaban contrato (Codina, Jona, Valera, Arroyo y Diego Castro), confirmar el secreto a voces que era la no continuidad de Pablo Franco, o ir perfilando la pretemporada, que este año tendrá como escenario las islas británicas a finales del mes de julio, con un amistoso ya confirmado frente al Fleetwood Town el día 31 del próximo mes. Las únicas caras nuevas con las que el aficionado getafense podía rellenar los cuchicheos veraniegos eran las de los fichajes del filial, al que reforzarán el defensa ruso Tomas Rukas (Uniao de Leiria), el extremo zurdo Juan Hernández (La Hoya Lorca), y el centrocampista Javi Saura (Real Murcia). A su vez, saltaba la noticia de la renovación de Carlos Vigaray hasta 2017 y su ascenso al primer equipo, mientras que Codina e Ivi comenzaban una nueva etapa en Apoel y Sevilla Atlético respectivamente, y los jugadores con lesiones de larga duración (Lafita, Valera, Álvaro, Yoda) posponían sus vacaciones para seguir trabajando en sus recuperaciones. Quique Sánchez Flores también ponía su granito de arena para que el Getafe sufra un lavado de cara espectacular este verano, anunciando que intentaría llevarse al Watford a Sarabia, así como otros jugadores interesantes.
Pero esa sensación de incertidumbre y desmantelamiento iba a comenzar a desvanecerse, una vez que las buenas noticias comenzaban a llegar desde el seno azulón. El club no hacía ningún tipo de comunicado respecto al proceso con Hacienda, pero comenzaba a filtrar que no tendría problemas para solucionar el expediente. Después sería Javier Tebas, presidente de la LFP, el que confirmaría que los movimientos azulones estaban a punto de llegar a buen puerto, dando prácticamente por hecho que obtendrían el certificado negativo. Con la tranquilidad de haber garantizado un año más en Primera División, el club comenzaba a mover los hilos para la 2015/16, con varias incorporaciones inminentes saltando a los titulares. El primero será Fran Escribá, que, una vez se confirme la presencia del Getafe en la Liga BBVA, ocupará un banquillo que ha estado vacante casi un mes. Su salida del Elche está cerrada a falta de firma, y se despedirá esta misma semana del conjunto ilicitano.
Después de solventar el expediente de La Liga y de hacerse con un técnico para dirigir el proyecto, el tercer pilar para que la temporada 2015/16 eche definitivamente a rodar será la presentación de la campaña de abonados, que tendrá lugar este miércoles desde las 12:00h en la sala de prensa del Coliseum. El eslogan para este año será "Volveremos a ser grandes", y durante este pasado fin de semana se producía el rodaje del spot publicitario que podrá verse próximamente, con la participación de los aficionados azulones en el estadio.
Una vez que Escribá aterrice en el Coliseum, deberá darle forma a su nueva plantilla, que a día de hoy cuenta con tan sólo doce futbolistas. El equipo necesita refuerzos en todos los puestos excepto el lateral izquierdo, y quizá suplir algunos jugadores que aún pueden salir este verano, a poco que lleguen las ofertas adecuadas. Son varios los componentes de la plantilla a los que les queda un año de contrato (Sarabia, Pedro León, Álvaro Vázquez, Lafita) y con los que el club podría intentar hacer caja. Ángel Torres anunciaba a finales de mayo su intención de hacer una plantilla prácticamente nueva, y predecía no menos de doce fichajes, una plantilla de nuevo corta (en torno a veinte jugadores), y que tres o cuatro componentes del filial alternen con el primer equipo. A pesar de que el club no vive precisamente sus mejores momentos financieramente hablando, el presidente sorprendia al manifestar que de sacar dinero en algún traspaso, podría invertirlo en la siguiente camada de futbolistas azulones: "No estoy de acuerdo con tener muchas cesiones, esa etapa ya la pasamos. Este año si tendremos, Velázquez si puede ser y alguno más, pero tenemos que empezar ya a comprar. Si vendemos gente vamos a comprar futbolistas, eso lo tengo claro. Si no, nos apañaremos con cedidos, con lo que podamos, y cantera".
Los primeros en llegar pueden ser el extremo Burgui (RM Castilla) y el lateral Damián Suárez (Elche), a los que diversos medios dan como fichajes prácticamente cerrados, y que llegarían a coste cero. Por otro lado, el presidente comenzó las operaciones veraniegas reuniéndose con el Atlético de Madrid, al que ha pedido la cesión por una segunda temporada del uruguayo Emiliano Velázquez, y que podría terminar prestando varias de sus jóvenes promesas al club del sur de Madrid.