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| Foto: Miguel Ángel Molina |
sonado diez minutos tarde descuadrando el resto del día, y sólo Vicente Guaita evitaba que los locales despacharan el choque por la vía rápida. La defensa que en el Coliseum se convierte en un muro difícil de escalar, se resquebrajaba ante los envites granadinistas, y Karim Yoda sufría en cada balón que recibía su pareja de baile Isaac Success. Sabedores de que el francés sólo podía hacerse pasar por un defensor hasta cierto punto, los locales volcaban el juego por el carril izquierdo visitante, y conseguían hacer mucho daño. Además, `el flaco´ Vergini entregaba su partido más flojo con la azulona, contribuyendo a la bacanal de ocasiones rojiblancas. Tan sólo un chutazo de Lacen a la cruceta puso algo de picante, pero lejos de revivir al Getafe, el palo enfureció aún más a un Granada que iba a recibir premio a la insistencia.
Camino de la primera media hora de juego, Success volvía a recibir un balón en la banda, y con los jugadores getafenses pendientes de tapar al extremo, Miguel Lopes recibía un balón franco y se sacaba un preciso centro al área. Allí iba a sorprender Fran Rico llegando desde atrás, y cabeceando con violencia a la red. Poco después, envío rechazado por la zaga azulona que Rochina convierte en una volea durísima, obligando a Guaita a sacarse el balón de encima. El rechace iba a caer a pies de El Arabi, abonado al gol ante los azulones, que ponía el 2-0 remachando a placer. Con el partido encarrilado para los de Sandoval y ya llegando al descanso, Álvaro iba a tener la ocasión de conseguir el gol sicológico, pero su remate en boca de gol se iba a perder por encima de la puerta de Andrés. Damián lograba internarse en el área sirviendo un pase de la muerte, y al nueve se le hacía pequeña la portería con el meta ya batido, lamentándose después en el suelo ante el clamoroso fallo.
El segundo tiempo comenzaba exactamente igual que acababa el primero, con Success sacando los colores a la zaga de los de Escribá, y con El Arabi perforando la red de Guaita. El marroquí pudo haber sentenciado el partido, pero su remate fue anulado por fuera de juego, y segundos después volvía a avisar con un disparo colocado que se marchaba rozando el palo derecho. Los cambios introducidos por Fran Escribá, que sustituía a Pedro León y Juan Rodríguez por Wanderson y Scepovic, cambiaban el panorama del partido, y el Getafe iba a lograr reaccionar y casi tener al Granada en la lona. Los azulones volvían a poner el chip de la segunda parte en Gijón, convirtiéndose de nuevo en un equipo difícil de contener y que cuando llega, mata. Primero iba a ser Scepovic el que pusiera la esperanza en los corazones de los casi 200 desplazados hasta Granada, con una vaselina ante Andrés tras un servicio espectacular de Juan Cala desde 60 metros. Y, como si se tratara de un deja vu de Gijón, dos minutos después llegaba otro gol, esta vez a cargo de Moi, que hacía bueno el pase medido de Sarabia al segundo palo.
Pero esta vez no iba a haber final feliz, y Rochina levantaba al estadio con un disparo a la escuadra que se sacaba de la nada, fiel reflejo de la locura en que se había convertido el partido para entonces. El despertar del Getafe hizo que el espectáculo futbolístico y la emoción en la grada crecieran, haciendo de un partido completamente desnivelado y una actuación insuficiente hasta entonces, una búsqueda del punto en las postrimerías. Si Wanderson tuvo el 3-3, Guaita evitó en dos ocasiones el 4-2, y el encuentro iba a morir con el Getafe intentando conseguir a las bravas lo que no pudo permitirse ni soñar durante casi una hora.
Granada: Andrés, Miguel Lopes, Babin, Lombán, Foulquier, Rubén Pérez, Fran Rico (Krhin, m.76), Edgar (Rober, m.66), Rochina (Javi Márquez, m.84), Success, El Arabi.
Getafe: Guaita, Damián Suárez, Cala, Vergini, Yoda, Juan Rodríguez (Scepovic, m.57), Lacen, Pedro León (Wanderson, m.57), Sarabia, Víctor Rodríguez (Moi Gómez, m.71), Álvaro Vázquez.
Goles: 1-0, m.27: Fran Rico. 2-0, m.36: El Arabi. 2-1, m.70: Scepovic. 2-1, m.73: Moi Gómez. 3-2, m.77: Rochina.