Foto: Getafe CF |
uno de los entrenadores más respetados de la categoría. Escribá llegaba en 2012 a un Elche que venía luchando por ascender a la Primera División, pero que cogía la frustrante costumbre de no rematar la faena. En tan sólo una temporada, el equipo conseguía el ascenso a Primera tras 25 años de ausencia, manteniéndose como líder las 42 jornadas de liga. En las dos siguientes temporadas conseguiría la permanencia con una de las plantillas más cortitas de La Liga, y pasando por unas dificultades económicas que le obligaron a tener que pactar bajadas masivas de sueldos para poder encajar a todos los jugadores en el tope salarial, quedarse sin refuerzos en el mercado de invierno, y finalmente ser descendidos administrativamente a Segunda por retrasos en los pagos a Hacienda. Algunos paralelismos con la última temporada en el club azulón, que también supo de vetos administrativos, expedientes de la LFP, y dolores de cabeza con el control económico, y que junto con el nuevo mister trabajará desde ya para hacer olvidar lo antes posible.
El hecho de que Fran Escribá ya pasara por el club en la temporada de debut en Primera como segundo de Quique, acentúa más si cabe la ilusión de la grada por estrenar este nuevo Getafe con uno de los entrenadores de moda, que además de piropos generalizados también trae debajo del brazo una reputación de trabajo, método, y una obsesión casi enfermiza por la profesión de entrenador. Su salida de Elche tras tres años en el banquillo ha dejado a su rastro una pila de mensajes cariñosos de despedida, dando la sensación de que si el mister cuaja en el Coliseum, los azulones tienen líder para años. Los mimbres para cuajar, los tiene, porque las dos partes han hecho todo lo posible por trabajar juntos. El club, esperando hasta el último momento para saber si podrían contratar al entrenador número uno en la lista de prioridades, y el mister, rechazando ofertas de clubes que le ofrecían incluso jugar la Champions League, y que, en sus propias palabras, "ni se paró a valorar".
Así pues, presidente y entrenador comparecían en rueda de prensa para presentar al segundo ante los medios, con Ángel Torres abriendo fuego explicando la elección del exmister del Elche: "Fran Escribá y su cuerpo técnico, si todo va bien y esperemos que sí, han firmado para las próximas tres temporadas. Conoce la casa, aunque ha cambiado mucho y él también, y además creo que para bien, no es fácil estar doce años en Primera División. Él ha pasado de ser por entonces el mejor segundo que había en La Liga, a estar en Primera División por méritos propios. ¿Por qué Fran Escribá? Queríamos cambiar el modelo de fútbol de los últimos años, que no gustaba. Queríamos a alguien que viniera con ganas, con hambre. Hemos estado esperando, porque no era fácil, tenía contrato con su equipo y no teníamos claro si iba a seguir allí o no. La dirección deportiva y yo decidimos esperar hasta el último momento, porque creemos que es una buena alternativa que Fran vuelva a entrenar al Getafe".
Los contactos para que Escribá llegara al Coliseum se remontan a meses atrás, aunque de hecho el presidente ha estado atento a sus progresos desde que saliera del club hace diez años, gracias a su relación personal: "El contacto viene de lejos. Ya en diciembre, y por la relación que tenemos, su agente me dijo que estaba quemado y que posiblemente a final de temporada lo dejara. Y eso fue sin saber donde íbamos a estar cada uno, podíamos estar el Elche en Primera, el Getafe en Segunda, o al revés. Cualquier cosa que hago por el Getafe me hace ilusión, e indudablemente una es que gente como Fran Escribá vuelva aquí. Como decía su representante diez años atrás, vinieron dos pipiolos, que uno acababa de entrenar un juvenil y el otro estaba trabajando las categorías inferiores. No hay que olvidar que Albiol vino al Getafe por Fran, él estaba allí en el Valencia. Los cuatro primeros partidos los perdemos, y yo les llamo para decirles que si baja el equipo se preparen para entrenar en Segunda. Luego vino el Valencia a por ellos y el resto es historia. He seguido hablando con Fran, teníamos contacto de vez en cuando".
Uno de los principales objetivos para la nueva temporada es que el equipo enganche de nuevo a la afición, y mientras el club pondrá de su parte firmando buenos futbolistas, el presidente le pide a Escribá que los haga jugar al fútbol: "Una de las cosas que le he pedido es que tenemos que seguir creciendo, y que quiero ver al equipo jugar al fútbol. Vamos a hacer un esfuerzo en hacer una buena plantilla. Llegamos en una muy buena situación, una plantilla cortita, y no hemos renovado a nadie para no atarnos, hay que hacer un proyecto nuevo. Va a ser la primera vez que el entrenador va a participar al 100% en todos los fichajes, dentro de la situación del Getafe. Queremos hacer un buen equipo, aunque el primer objetivo es salvarnos, y sobre todo atraer a la gente, que se haga buen fútbol y se empiece a notar menos crisis. Hace dos años tocamos fondo con 5.600 abonados, el año pasado fueron 8.000, hemos crecido, y este con la campaña creo que vamos a seguir creciendo. Si el equipo ayuda, cosa que hemos estado tres años negados, aburría a las ovejas. Hemos tenido muy buena plantilla, para haberle sacado mucho más rendimiento. Yo no voy a criticar jamás a ningún entrenador ni a nadie de la casa, el máximo responsable soy yo, pero no hemos sabido sacarle rendimiento a una plantilla que desde la dirección deportiva hicimos para entrar en Europa al menos un año. Han sido tres años sufriendo, y el Getafe, siendo un club consolidado, tiene que evitar eso".
Fran Escribá comenzaba su comparecencia agradeciendo al club su confianza, y con el deseo de volver a enganchar a la afición como en su primera etapa de azulón: "Agradezco al presidente, al director deportivo y a toda la gente del club la confianza que nos dan con este contrato. Es volver a un sitio donde nos trataron muy bien, fuimos muy felices. El presidente me ha transmitido que quiere que el club crezca en lo deportivo y lo institucional. Muy ilusionados, muy contentos de volver donde estuvimos muy bien, y estoy convencido que va a volver a ser así. Creo que enganchar a la gente es un objetivo. Queremos crecer deportiva e institucionalmente, y uno no puede crecer si no tiene a la afición cerca. Recuerdo el primer año, que fue muy ilusionante, y el campo presentaba siempre un gran aspecto. Nos encantaría enganchar de nuevo a la afición y que eso volviera". El nuevo cuerpo técnico se queda al margen de la expectación que haya podido crear su llegada, y acepta la presión por conseguir resultados como una herramienta para mejorar: "No soy consciente de si mi fichaje ha despertado o no expectación. Si la genera y sirve para ilusionar más a la gente me alegraré. La presión nos la metemos los entrenadores todos los días. Lo sabe el club, y creo que es una de las causas por las que me eligieron a mí, que somos un cuerpo técnico muy exigente y creo que lo hemos demostrado donde hemos estado. No se puede crecer si no hay exigencia, y logicamente ahi va añadida la presión, pero no me preocupa en el sentido de sentirme sobrepresionado".
El entrenador no cree que venga al Getafe como club trampolín, y tiene en mente que el proyecto son los tres años que acaba de firmar: "No vengo a Getafe pensando en un siguiente proyecto o en un futuro, tengo un contrato de tres años, y eso es una muestra de confianza muy grande. Si yo pensara en el futuro me imagino que firmaría un año, pero pienso en el presente y además me encantaría cumplir el contrato, no son tres años pensando en hacerlo bien y salir de aquí. Si además al acabarlo estamos contentos, sería una buena señal para poder continuar. No pienso en nada que no sea el Getafe y no me interesa nada que no sea este club". Además, prometió que el trabajo y la intensidad serían unas las señas de identidad del nuevo Getafe: "Los entrenadores siempre hablamos de trabajo. Ya me gustaría a mí prometer posiciones, resultados, y demás. Sólo puedo decir lo que somos nosotros y lo que va a ser este grupo. Hemos tenido grupos, y lógicamente en eso el cuerpo técnico es el primero, muy trabajadores en el día a día, que se lo dejan todo en cualquier entrenamiento y lo transmiten luego en los partidos. Esa es la exigencia que van a tener los jugadores. Difícilmente darán todo en el campo si no lo hacen en los entrenamientos. Queremos un equipo que sea intenso, que transmita cosas, y que juegue bien por el camino, por supuesto, y que gane. Ese tipo de situaciones si podemos asegurar que el equipo lo va a hacer, vamos a tener un equipo que cada partido lo juegue como si fuera el último".
Por último, volvió a recalcar que la opción del Getafe era la más atractiva de las que valoraba para su futuro tras rescindir con el Elche: "Mi salida de Elche no tuvo nada que ver con el descenso administrativo. Comuniqué al presidente y al consejo que quería rescindir el contrato, con independencia de la resolución, y es más, deseo y espero que el Elche siga en Primera el año que viene. El Getafe, como todos los equipos que contactaron, fueron muy respetuosos con los plazos, sabían que tenía contrato en vigor. Cuando se comunicó al Elche que no íbamos a seguir fue cuando a través de mi agente llegaron cosas y empezamos a valorar. De todas, Getafe fue la que más nos ilusionó".